¿Cómo jugar Punto y Banca?

El popularmente conocido Punto y Banca no es más que una variable al estilo americano del “Barracá”. Para no hacer la historia tan larga, es un juego de casino muy popular entre jugadores que se enfrentan al casino. Esto a través de las apuestas tanto contra la banca, que sería el punto, como a favor de la misma.

El objetivo principal que tiene este juego de azar es alcanzar combinaciones, mediante cartas, que llegue a los 9 puntos. Aunque también es válido lo que más se acerque a este valor.

Las cartas utilizadas acá son las populares “barajas francesas”, siempre y cuando sean de índice estándar. Pero también son muchos los casinos que emplean las barajas de estilo inglés. En estos casos se pueden utilizar unas seis u ocho barajas de 52 cartas que componen a los mazos tradicionales.

¿Cuántos jugadores son necesarios en el Punto y Banca?

En cualquier partida de Punto y Banca, van a poder participar tanto jugadores sentados como divisiones existan sobre la mesa ya indicado. Por lo general, estas mesas cuentan con doce divisiones. Pero también los jugadores que estén de pie, y sean debidamente autorizados por la directiva del casino, podrán realizar sus apuestas.

Es importante tomar en consideración que los jugadores de Punto y Banca no son solo jugadores de partidas de cartas convencionales. Sino que también son apostantes sobre una de las dos caras de la moneda, siendo en este caso “punto o banca”.

¿Cuál es el orden y el valor de las cartas?

Las cartas en estas partidas cuentan con el mismo valor que indica su índice desde el as hasta el nueve. En lo que respecta a los dieces y a las figuras, estas tienen un valor nulo.

El valor de las dos o tres cartas que posea el jugador va a ser igual al de las unidades de su suma. Dicho un poco más simple, para conocer cuánto vale una mano, es necesario sumar el valor de las cartas que la componen, pero despreciando las decenas. Es por ello que la tercera carta no siempre mejora el valor de las “manos”, pues el hecho de que solamente cuenten las unidades de suma, puede hacer que la misma empeore su valor.

Distribución de cartas

Se inicia con el recuento, combinación y corte del mazo, mismo que se va a ubicar en el interior del sabot. En la sección final del mazo y de forma que queden unas siete cartas, se va a posicionar una “carta bloqueo”. Esta va a permitir, con su color, diferenciarla de las demás e indicando la culminación de la talla.

En el momento en que esta carta se presenta, solo podrá culminarse la jugada que se esté realizando en el momento. Después de ello de procede a recoger las cartas, barajarlas y ubicarlas otra vez en el sabot.

Para terminar con la preparación del sabot, el croupier saca la primera carta, misma que con su índice va a indicar la cantidad de cartas a sacarse. Posteriormente, se retiran las figuras y los dieces. Terminando con este procedimiento, el primer jugador es quien recibe el sabot para proceder con la distribución de las cartas.

Ahora los jugadores distribuyen las cartas según su turno en el sentido contrario a las manecillas del reloj. Tal distribución es opcional, si el jugador no la quiere realizar, el sabot pasa al siguiente a su derecha.

Combinaciones e inicios

En este punto, el jugador que distribuye las cartas va a jugar la mano de la banca, aunque no obligatoriamente tiene que aportarle. La mano de punto la tendrá aquel que realice la apuesta más alta a favor de la mano. Si ninguno ha apostado por punto, sus cartas las tiene el croupier.

En el caso de que la banca pierda, se deja de contar con el derecho de distribución de cartas, y el sabot pasa según el orden establecido.

En estas partidas se conoce como punta a A y banca a B. Sin importar la cantidad de jugadores o apuestas, se ofrecen cartas a A y B, y todos hacen apuestas a estos bandos. Si gana A, sus apostantes ganan lo que han apostado y los de B pierden lo que hayan apostado y viceversa.

Sin embargo, en este último caso, los apostantes a favor de B ganan su apuesta menos un porcentaje que hay sido determinado por el casino. Ahora, si se presenta un empate, la partida va a ser nula.

Comienza el juego

Antes de iniciar con el reparto, cada jugador hace su apuesta hasta que el croupier detenga el proceso. Cada jugador apuesta por punto o banca al colocar sus fichas sobre el área indicada para estas opciones. En ningún caso se van a aceptar las apuestas posteriores.

Luego de ellos, el croupier solicita cartas para indicarle al dador que las puede extraer del sabot. El dador ofrece dos cartas cubiertas para punto, siendo el croupier quien las entrega al jugador sentado que haya apostado más. Sin ninguno de los jugadores ha apostado por punto, entonces el croupier se queda con estas cartas. En estos momentos es que el dador va a sacar las dos cartas de banca cubiertas que el mismo se queda.

Aquel jugador que cuenta con las cartas de punto les da la vuelta y será el croupier que diga su valor. Allí el jugador que hará de banca da la vuelta sobre las dos cartas que posee, cuya suma también es enunciada por el croupier.

Según el valor que tengan las cartas puede que la mano culmine, si el valor de estas es de 8 o 9, o que alguno solicite otra carta. Esta sería la tercera carta, la misma no es opcional, solo que se encuentra regulada por algunos parámetros:

  • El punto solicita la carta si tiene desde 0 a 5 puntos y se ha plantado en 6 o 7 puntos.
  • La banca solicita carta no solo según la puntuación, sino también la del punto.

Desarrollo y culminación

El croupier va a anunciar si el jugador se ha plantado o solicita carta y allí determina si la banca se planta o solicita carta. Entonces el dador va a ofrecer la tercera carta. Culminada la jugada, el croupier anuncia la mano ganadora y se procede con el pago de las apuestas.

Si ha ganado el punto, el sabot pasa al siguiente jugador. En caso contrario, el jugador va a distribuir las cartas en la siguiente mano, siempre luego del “no va más” y “cartas del croupier.